Con oscuridad en sus corazones, sangre fría y encantadoras sonrisas, los psicópatas conforman entre el 0.6% y el 4% de la población.
Este desorden de la personalidad afecta los hombres de forma más frecuente que a las mujeres. Esto ha sido documentado en todas las culturas del mundo. Si quieres un tema de conversación para tu próxima fiesta aquí esta: los humanos nativa de Alaska llaman 'kulangeta' a los psicópatas.
El cerebro de un psicópata es distinto al tuyo o al mío (a menos que seas un psicópata). Tiene el área de la corteza prefrontal cerebral más pequeña, esta zona regula el comportamiento, control de impulsos y planeación. También su amígdala es diferente, la función de esta área involucra emociones negativas como el miedo, la tristeza y la culpa.
De manera superficial no se puede diferenciar si alguien es un psicópata, por lo que habra que conocerlos. No obligatoriamente se trata de asesinos, pueden estar en cualquier ámbito, como siendo criminales corporativos, líderes de un culto o dictadores. Aquí habra tres características para reconocerlos.
Dominancia audaz: libertad absoluta de miedo, ansiedad o culpa. El psicópata hace lo que quiere sin una consciencia, sin pensar en las consecuencias sociales, las figuras de autoridad o preocupación por el bienestar de los otros. Conocen las regla sociales, simplemente no les interesan. No sienten empatía por el sufrimiento causado a los otros, entienden dicha emoción de forma intelectual, la estudian para saber como actuar y que decir para conseguir lo que quieren.
Impulsividad egocéntrica: Hacen lo que quieren, cuando quieren. Necesitan de mucha estimulación o se aburren. No sienten necesidad de cumplir con ningún compromiso pactado y son completamente impulsivos. Renuncian a su trabajo, dejan a su pareja o se salen de la escuela. ¿Por qué? Porque es lo que quieren hacer. La impulsividad también conlleva a algunos inconvenientes, como sufrir accidentes, el suicidio o ser asesinado por alguien más.
Excitación autonómica baja: Esto quiere decir que su fisiología es diferente que el del resto de las personas. Su ritmo cardiaco en reposo es más bajo, al igual que la conductancia de la piel y las alteraciones de cada latido de su corazón también difieren de los demás. Por lo que logran mantenerse calmados, cuando los otros reaccionarían.
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